domingo, 16 de noviembre de 2008

Como pez en el agua...

Así es cómo hemos andado por los alrededores de Urko (Ermua), Xabi y yo en una salida de viernes tarde después del trabajo, en la que en lugar de barro ha habido agua, mucha agua, tanto la que caía del cielo como la que levantaban nuestras ruedas.



El comienzo de ruta ha sido duro, 500 m de desnivel sin descanso alguno, en los que he sufrido de lo lindo, y eso que ni siquiera he intentado seguir el ritmo de Xabi que parecía que llevaba motor en la bici. Muchos tramos de subida los he tenido que hacer empujando la bici... voy a tener que ir pensando en entrenar un poquito :-(

Una vez hemos cogido altura, hemos bordeado Urko por una senda que en seco tiene que ser muy muy bonita, algo técnica pero MONTE con mayúsculas.

Al final hemos bajado a Eibar por una bajada muy directa en la cual debido a lo mojado del terreno y el frío apenas hemos podido disfrutar...

Para acabar ducha y manguerazo a la bici...

viernes, 7 de noviembre de 2008

Trampas en el camino...

Hacía mucho que ni la meteorología ni los actos sociales otoñales (cenas, comidas, bodas,...) me permitían salir al monte a desfogarme un rato, y aunque intenté "engañar" a alguien para que me acompañara en lo que se presumía un baño de barro seguro, al final tuve que salir en solitario.

En principio mi plan eran ir hasta Pol Pol y volver pero el freno delantero no tenía muchas ganas de ensuciarse por lo que desde el principio de la subida se empeñó en hacerme la salida más dura, tocando con ambas pastillas el disco. Además de estar en pésima forma física, mi amigo el disco delantero se empeñaba en aumentar la pendiente de la subida unos cuantos grados más...


Tras casi 50 minutos largos llegué a Meaka, lugar donde normalmente llego en escasos 35 minutos !!!!! sin comentarios...


Teniendo semejante panorama, no me atreví a seguir hasta Pol Pol porque la vuelta que tardaba 2 h 15 min se me iba por encima de las 3h... así que cogí dirección Nevera. Tras disfrutar de la bajada como siempre, en el cruce que lleva a Lizariturri me aventuré por el sendero que lleva hacia Ipiñarrieta, disfrutando del barrizal, aunque siendo sincero esperaba que hubiera más barro y menos agua :-), a medio camino de Ipiñarrieta me desvié por el cruce que baja hacia Santa Kutz, nunca había bajado por ahí y la verdad es que la alternativa me pareció mejor que la de bajar por pista. Se trata de una pista que como no ha pasado ningún vehículo en mucho tiempo se ha convertido en un sendero rápido y sin mayores complejidades. Cuando llegué a la pista de grava de Nevera, seguí de frente por el sendero que va hasta Etxaburu. El primer tramo es muy empinado y al estar mojado, había que ir fino fino... total que en el último tramo empinado al llegar a un escalón generoso, veo que en la zona de aterrizar había unas ramas, por no decir medio arbol, por lo que lo esquivo y paro como puedo, pero mi rodilla izquierda se llevó un buen meneo... ¿a quién se le ocurre poner allí esas ramas?


No quería ser mal pensado, por lo que no quise pensar en que el casero del pinar hubiera puesto aquellas ramas para impedir el paso de bicis...


Total que sigo sendero abajo y me encontré con otros tres "obstaculos" en forma de ramas y árboles cruzados !!!! En los cuales me tuve que bajar de la bici y pasarlos como podía... pero en estas próximas veces por lo menos pude parar a tiempo.




Es en esta última barricada dónde veo que el motivo de cruzar ramas en el camino eran las motos... había marcas de motos... total que para que no pasen las motos, al casero no se le ha ocurrido mejor idea que cruzar obstaculos en mitad del camino y no sólo en un sitio sino que en cuatro !!!!!!!!!!


Me guardo para mí los calificativos para quien ha puesto esas trampas en el camino.


sábado, 18 de octubre de 2008

Salida en pelotón...

Hacía tiempo con Gorka me había hablado que los viernes a la tarde solía salir con un grupo a hacer monte de verdad, pero hasta ayer no había tenido la oportunidad de coincidir con ellos.

El lugar de encuentro era la plaza de la estación a las 15:30, y allí aparecimos Gorka y yo, yo con el gusanillo en el estómago por desconocer qué gente habría allí, el nivel que tendrían, cómo serían,... pero no me daba miedo, en caso de que el ritmo fuera demasiado alto siempre tenía la oportunidad de dejarles ir y seguir yo a mi ritmo.

Según llegué la media de edad rondaría los treinta y largos y todos iban con rígidas y unas pintas de machacas serios... esto me olía a que me iba tocar apretar los dientes en las subidas y disfrutar en las bajadas. Tras las presentaciones de rigor se decidió ir a Korosti y Arrola subiendo por el pantano de Laubide, por lo que nos dirigimos a Legazpia por el bidegorri. Charleta tranquila y buen ambiente. Cuando llegamos al pantano, los dos de cabeza (no recuerdo los nombres) siguieron adelante, gritando "subiremos por la hermita de San Miguel"... pufff aquello ya pintaba feo, subida potente y directa a Korosti.

Llegamos a Mirandaola, cruzamos la carretera y el grupo se estira en la primera cuesta seria. Como hacía mucho que no andaba en pelotón y mi estado de forma no era muy bueno (siendo opotimista) me quedé en la zona de atrás, con tan mala pata que subiendo un escalón la rueda trasera patino y no pude echar pie a tierra aterrizando sobre la mano derecha... empezamos bien, la muñeca que de antes ya tenía tocada, nuevo toque... por suerte quedó en susto sin más...

Me monto en la bici y enseguida dejamos la pista para entrar en un sendero que no conocía... sitio bonito y el grupo aunque a ritmo curioso se deja seguir...

Tras algún tramo complicado primera parada y reagrupación...


De aquí en adelante nos metemos en terreno conocido, pero que siempre había hecho en bajada y pintaba chungo, piedras mojadas, roderas y una pendiente respetable, es aquí donde dos nos quedamos algo rezagados del grupo... pero seguimos subiendo hacia arriba. En el primer cruce nos extraña que el grupo no parara a esperarnos pero seguimos para arriba. Llegamos a una recta larga y no vemos al resto del grupo por lo que el comentario es "joé como anda la gente" Más arriba al otro le suena el móvil y le dicen que el grupo ya está en la antena de Arrola, cuando a nosotros todvía nos quedaban entre 15 y 20 minutos ¡¡¡¡!!!! No puede ser que estén arriba...

Nosotro seguimos a nuestro ritmo y al llegar a la antena comprobamos que no están allí... ¿dónde estarán? total que en ese momento me llama Gorka y me dice que están por detrás nuestro...

Total que esperamos al grupo y luego comprobamos que cuando nos dijeron que estaban en la antena, era que estaban en la torre de alta tensión... con el susto que me llevé yo...



Aquí empieza lo bonito, bosque técnico, lleno de hojarasca, sorpresas varías debajo de ella y barro, mucho barro...


Enseguida noto que bajando estaba entre los 4 primeros, por lo que me quedo tranquilo dado que en la subida me habían tenido que esperar y lo que faltaba es que siendo el único con una doble en las bajadas también me tuvieran que esperar...

En la bajada hicimos algunas variantes que no conocía por bosque y fueron chulas chulas...

Lo que más me sorprendió fue la gente como baja por pista ancha. Será que nos estamos haciendo mayores y la velocidad nos da miedo, pero era alucinante comprobar como la gente te pasaba a más de 50 km/h gaseoducto abajo y en mojado...

Al final volvimos al bidegorri y tras limpiar la bici, ducha, merienda y tranquilidad

Para otro viernes que no me sienta motivado para ir solo ya sé dónde ir, a las 15.30 a la plaza de la estación.

jueves, 9 de octubre de 2008

Dónde se juntan Gipuzkoa Araba y Bizkaia

Dónde se juntan Gipuzkoa Araba y Bizkaia se encuentran los montes cercanos a Legutiano, zona completamente a explorar para mí, pero gracias a que un diario publicó unas cuantas rutas con los tracks de GPS y a que Mikel me acompañó a investigar la zona, pudimos realizar una ruta muy bonita y sin grandes complicaciones, ni técnicas ni físicas, pero muy recomendable.
Esta ruta la realizamos el 24 de Septiembre, cuando pudimos dedicar unos días de nuestras vacaciones completamente a la bici...
La ruta la comenzamos en el merendero de Landa, junto al puerto de Arlaban. De allí cogimos dirección este y tras una subida no muy larga por un bosque bonito, llegamos al monumento a los caidos en la guerra (todavía se ven algunas trincheras...eso sí echándole imaginación)


Aquí comienza una bajada de poca pendiente pero que se alarga durante mucho tramo. Al principio se disfruta de un bosque encantador, y el camino apenas se intuye entre la ojarasca, a continuación le sigue un tramo de senda clara en un bosque menos tupido para ya salir a un gran claro dónde la senda serpentea entre matorrales,... es una bajada rápida, poco técnica y que todo usuario de mountain bike, independientemente del nivel que tenga disfrutaría.


Una vez se alcanza a ver Legutiano, la bajada muere en una amplia pista de gravilla que debermos bajar durante un kilometro escaso, pasando junto al Bike Park de Legutiano.
Desconocíamos este lugar por lo que subimos hasta la parte alta del circuito empujando la bici e hicimos el descenso completo, sin arriesgar más de la cuenta y cogiendo los oportunos atajos para evitar las zonas más complicadas.



Justo terminar de hacer el descenso y pista arriba vino un coche. Según pasó me dí cuenta que era un viejo conocido, Igor, con el cual había coincidido en mi anterior trabajo y con el cual compartí emocionantes charlas sobre la bici en general y de la historia del mountain bike en particular. Esta semana me he enterado a través de un tercero que Igor estaba preparando el descenso de Legutiano que se celebraría dos semanas más tardes de haberle visto. Tengo pendiente el llamarle....

Una vez soltada la adrenalina, nos esperaba la segunda ascensión de la jornada, que nos llevaría hasta el alto de Jarindo. La subida era muy tendinda y por bonitos bosques, primero por pista de grava y luego por camino de bosque...


Todo era precioso hasta que cruzamos una alambrada que coincidía con el límite entre Araba y Gipuzkoa, no hay más que ver las fotos para poder vivir el sentimiento que nos invadió...

Impresionante la diferencia que hay entre el hayedo y el pinar, parece que el pinar estuviera calcinado... es aquí dónde nos viene a la cabeza que sería de nuestros montes si no hubiera tanto pinar :-(

Para colmo no sólo el paisaje era desolador, sino que de rodar por un camino de bosque precioso, pasamos a sufrir (porque la cuesta aumentaba considerablemente) una pista preparada para sacar pinos.... una lástima.

Finalmente llegamos al alto de Jarindo dónde nos dimos el merecido homenaje, con jamón, anchoillas, txorizo, un poco de queso... no sé si lo mejor de llegar a una cima es el estar a punto de comenzar la bajada o el hamaiketako... supongo que lo mejor es pegarse el almuerzo pensando en la bajada :-)


La bajada los primeros 3 kilometros se hace por una pista rápida entre pinares, pero hay que abandonarla para seguir las marcas de un PR que nos llevará hasta Salinas de Leniz. Aquí sí que comineza una bajada de verdad. Es un antiguo camino que en la parte alta consta de diferentes senderos que descienden de un amplio collado de hierba para adentrarse después en pendientes más pronunciadas y en bosque. Destacar aquí las 5 o 6 eses que hay dentro de un tubo, en el cual se puede subir por los laterales... menudo parque de atracciones



Tras un tramo de pedregal, se llega a la antigua vía del Vasco Navarro, a la altura de Salinas, 20 minutos de tendida subida, nos deja de nuevo en el parking de Landa.
Charleta, pintxo y coca cola y para casa.

viernes, 3 de octubre de 2008

De aventuras junto a casa

Esta ruta en realidad la realicé hace casi dos semanas, pero hasta el día de hoy no me había tomado el tiempo para plasmarlo en el blog...
Como la semana anterior coincidimos de vacaciones Mikel (un compañero de trabajo) y yo, quedamos para hacer una vuelta que siempre teníamos en mente, LA VUELTA A AIZKORRI en bici.

Para ello quedamos en el parkint del Restaurante Urteagain de la subida a Aranzazu para comenzar la ruta. Tras llegar al sitio y los preparativos pertinentes, nos disponemos a comenzar la ruta. La ruta la comenzamos en el sentido de las agujas del reloj, es decir primero haríamos de oeste a este la cara norte de Aizkorri y luego tras pasar por San Adrían haríamos de este a oeste por la cara sur, por las campas de Urbia.

El comienzo de la ruta es espectacular, pasando por bosques impresionante dónde la cantidad de caminos lo convierte en un auténtico laberinto donde el GPS mental falló alguna que otra vez y tuvimos que improvisar...

Tras varios despistes, llegamos a la altura del pantano de Barrendiola, dónde teníamos que coger el Tubobide para pasar de la zona de Udana a la zona alta de Zegama. Aquí el GPS mental nos jugó una mala pasada pensando que estábamos a menor altura que tubobide cogimos la pista que va desde Barrendiola a Minas en dirección ascendente, cual fue nuestra sorpresa cuando llegamos a las chabolas de minas y no vimos el cruce de tubobide... pues nada, media vuelta y a buscar el cruce de tubobide....
Tras unos minutos de descenso, llegamos al cruce con tubobide... por fin ! Marcamos el cruce como Way Point en el GPS de verdad y prosegimos..

Tubobide como siempre se planteaba espectacular y técnico...

Cuando estábamos en mitad de tubobide una escapada mía casi termina en el suelo pero por suerte no pasó nada, por lo que de nuevo sobre la bici, pero algo raro pasaba, no conseguía enganchar la cala en el pedal... qué raro... tras un par de intentos, paro y me doy cuenta de lo que había pasado:

Vaya mala pata, cuando todavía llevábamos un cuarto de ruta me quedo sin cala... intento seguir pero el pedal se incrusta contra la planta de mi pié, por lo que pronto nos damos cuenta de que hoy no íbamos a poder terminar la vuelta a Aizkorri... dándole a la imaginación se nos ocurre terminar tubobide y de allí subir al collado de minas por el GR que va desde el apeadero de Zegama a Arantzazu.... dicho y hecho... nos armamos de paciencia y tiramos para arriba, nunca habíamos pasado por aquí y la verdad sorpresa grata....
Eso sí, lo que nos quedó claro es que esta subida para bajarla tiene que ser Impresionante... queda anotada para otra ocasión, aunque tenga tramos demasiado técnicos para ser ciclables, el 80% restante es espectacular y de gran disfrute con cierto nivel técnico....




Tras la dura subida y el merecido homenaje en forma de hamaiketako, nos dirijimos a bajar hacia Arantzazu... yo nunca había bajado por aquella zona ni en bici ni andando y tenía ganas de conocerlo, además con las referencias que me había dado Mikel en toda la mañana estaba con los dientes largos...

Antes de comenzar la bajada, tuvimos que hacer una media ladera por un sendero muy bonito


Y según termina el sendero tuvimos la visita de un buitre que nos estaba estaba esperando junto a una fuente. Nunca antes había tenido la oportunidad de ver tan de cerca un buitre, y la verdad es que impresiona verlos tan de cerca...

Tras el despegue del buitre, llegamos al collado donde comenzaba la bajada hacia Arantzazu... teníamos por delante un desnivel de unos 500 - 600 metros para disfrutar. Tuvimos de todo, sendero fácil y empinado, sendero facilón a media ladera, pista técnica, bosques rápidos y tramos técnicos... una bajada de las de recordar y más aún bajando con alquien que disfruta tanto como tú de las bajadas... de la bajada, cómo siempre no hay fotos...


Llegamos a Arantzazu con una sonrisa de oreja a oreja, y después de haber disfrutado tanto del monte, no tuvimos ningún cargo de conciencia en bajar por asfalto hasta Urteagain.... pero ahí no acabaron las sorpresas... justo a un kilometro de Urteagain en una curva noté como la rueda de atrás me hacía extraños... pensé que en la bajada ya habría roto algo y que sería por eso... miró para atrás y veo que voy pinchado.... justo ahora... en vez de terminar disfrutando y comentando las batallitas del día, iba a terminar cambiando la cámara.... pues no ! decidí seguir hasta el coche y así llegué prácticamente sobre la llanta, pero mereció la pena...

Charleta con una coca cola fresca y a casa a la ducha, para más tarde ir a reclamar la garantía de las zapatillas.

Se acabó el verano

Hoy viernes, teniendo la tarde libre, no había cosa que más me apetecía que dar una vuelta con la bici, pero desde la mañana todo parecía presagiar que el agua iba a estropear mis ilusiones. Tras pasar toda la mañana mirando por la ventana y ver que no paraba de llover, he buscado motivación escribiendo a varios amigos, pero todos coincidían en que habría que dejar la salida para el sábado o domingo dado que habían dado mejor tiempo. Lástima que para mí hoy a la tarde era la única escapada posible del fin de semana por compromisos varios.

Tras salir del trabajo me he propuesto salir al monte hiciera lo que hiciera, pero los peores augurios se hacían realidad, según entro en el coche, ha comenzado a llover de tal forma que los limpiaparabrisas no tenían velocidad suficiente para eliminar toda el agua que caía. Para más inri, el termómetro exterior apenas marcaba 10 ºC... aún y todo no he perdido la esperanza...

Comida en casa de la ama, cuatro carantoñas a la sobrina y a casa tras oír la tan oída canción de "cómo vas a ir a andar en bici con el tiempo que hace... si no va a haber más que barro y lluvia"

Haciendo oídos sordos voy a casa, desempolvo los cullotes piratas que desde primavera no había utilizado, el niki térmico de manga larga, la chamarra de invierno, los guantes largos y el buff y véstido de marciano me dispongo a salir del garaje...

Gran sorpresa que según se abre la puerta del garaje, parece que no me va a llover.... ha aguantado 3o minutos, suficiente para quitarme de enmedio toda la subida, lástima que cuando ha comenzado a llover lo ha hecho de tal forma que ni gore tex, ni ocho cuartos... en 10 minutos estaba empapado de arriba abajo, por lo que decido acortar la vuelta y bajar para casa...

Al final he llegado a casa completamente empapado, con un destemple majo, pero eso sí, lo mejor es que del agua que había en el monte, no había ni barro y me voy a librar de tener que limpar la bici por esta vez...

Ya que la ruta se ha quedado en media ruta, aquí estoy calentito en casa dándole a la tecla tras haberme duchado y tomado un tazón caliente de leche....

Parece que se acabó el verano y que la ropa corta que tan a gusto hemos utilizado los últimos meses va a ir a parar al fondo del armario para dejar sitio a las ropas de más abrigo....

AGUR UDARA ! ONGI ETORI UDAZKENA !!!!

miércoles, 17 de septiembre de 2008

La bici como medio o como fin...

Ayer a la tarde tuve la oportunidad de dar una vuelta corta pero intensa por los alrededores de casa, no fue mucho, una hora escasa, pero cundió... Subí a Santa Barbara de allí a Meaka y de allí vuelta a casa por Nevera, rodeando así el monte Irimo.

Esta vuelta es la que me sirve para desahogarme o desfogarme, dado que en una horita justa te da tiempo a hacer un poco de ejercicio, sentirte en el monte, y descargar adrenalina en la bajada...

Ayer sin embargo aunque disfruté mucho de la vuelta y especialmente de la bajada, según me estaba duchando, me entró la duda de si entiendo más la bici como el medio o como el fin...

En una vuelta corta cuando lo que se busca es escapar de la rutina diaria, entiendo la bici como el fin en sí mismo, lo que se trata es disfrutar de y con la bici. Sin embargo cuando de lo que se trata es de unir dos puntos por monte, o hacer un viaje de alforjas, o hacer una ruta en una zona desconocida... entiendo que la bici es el medio que te permite bien unir esos dos puntos, o recorrer un pais desconocido, o descubrir los rincones de una nueva zona...

Lo que no tengo claro en qué orden pondría las dos opciones, en un viaje como el que tuve oportunidad de hacer a Marruecos hace ya casi 6 años. En dicho viaje, tuvimos la oportunidad de atravesar el Atlas de oeste a este y disfrutar muchísimo de la bici en sí mismo, dado que hubo todo tipo de terrenos, subidas largas y duras y bajadas impresionante... pero lo que de por sí seráin 6 días de ruta "sin más" se convirtieron en un recuerdo imborrable, dado que al ir en bici pudimos vivir más de cerca la cultura y las gentes que allí habitan.

En el grupo organizado por Nomadasport íbamos 8 personas de las cuales, 5 habíamos ido a viajar con la bici como medio de recorrer aquellas tierras. Solíamos parar en los pueblos, en los collados admirábamos las vistas,... Sin embargo había otras tres personas, cuya filosofía era radicalmente diferente. Parecía que estaban en una competición en la que cada segundo contaba y no había tiempo para parar a nada... para estos, a mi entender, el fin era la bici....

Ayer en la ducha me llegó ese recuerdo del Atlas, y ahora ahondando más en mis pensamientos, supongo que lo que verdaderamente me llena de la bici es cuando se convierte en el medio, pero dentro de ese contexto también disfruto y mucho de la bici en sí misma.

martes, 16 de septiembre de 2008

Se acabó lo bueno...

Eso de salir de trabajar y tener tiempo para dar una buena vuelta en bici entre semana se acabó hasta la primavera del año que viene, lástima. No obstante me queda la tranquilidad que este año, una vez más, he tenido la oportunidad de aprovechar esas horas de luz que nos da el verano para hacer aquello que más nos gusta, perdernos por el monte...
Y aunque se vaya el verano y las largas tardes pasen a nuestro recuerdo, el saber que tenemos a la vuelta de la esquina el otoño multicolor, a uno le alegra la existencia... nuevas oportunidades para perdernos entre la hojarasca y difrutar de los cambiantes colores de los bosques...

En la escapada de ayer le tocó el turno a una vuelta de las de siempre pero que no deja de sorprenderte, empezando desde casa en Urretxu, subí a Agina, de allí a Oleta y Samiño, bajé a Pagotxeta y de allí a Atxurza. El plan original era ir hasta Kizkitza pero como se me hizo tarde hubo que acortar, bajando a Ezkio y de allí siguiendo unas marcas de PR a Santa Lutzi.
Para cuando comencé la marcha ya eran las 18.00 por lo que no había mucho tiempo que perder, así que sin forzar la marcha pero sin dormirme, cogí el camino hacia Agina.

Escultura en Agina

Una vez en Agina seguí ascendiendo hacia Oleta, pasando por parajes preciosos, lástima que habían estado talando pinares y el camino estaba bastante estropeado, lo cual obligó a empujar la bici en algún que otro tramo.



Pista destrozada por echar pinos


Me quedó el consuelo de que los tramos más bonitos no habían sido machacados por las ruedas de los camiones, menos mal....




Una vez en Oleta, la sensación es inmejorable, una buena tarde de verano, con el sol ya bajando, dándole a todo un tono rojizo y una sensación de paz indescriptible...

Sigo subiendo hacia Samiño deleitándome en el entorno, hasta llegar al collado que da acceso a la cima de Samiño...

Una vez en el collado (la foto de la cabecera del blog es de dicho collado), comer algo, abrigarme, pues aunque sea Septiembre, el viento es fresco y tengo por delante una bonita y larga bajada, y me lanzo ladera abajo, por un tramo de pista algo roto, un tramo de gaseoducto algo complicado y una pista ancha y rápida antes de llegar a Pagotxeta.



Comienzo de la bajada


El gaseoducto desde abajo

Tras llegar hasta Pagotxeta me encuentro con otro ciclista que sube desde Azpeitia, nos saludamos y cada uno sigue su camino, él hacia San Cristobal y yo hacia Izazpi. Subo un par de repechos y me planto sobre una de las bajadas más técnicas de nuestro entorno, tras la cual y un poco de "llaneo" llego a Atxurza


Bajada técnica


Desde Atxurza cojo el cordal que llega hasta Kizkitza, pero mirando el reloj me doy cuenta que se me está haciendo tarde, me queda menos de media hora de luz y todavía tengo que llegar a Ordizia a cenar a casa de los suegros, por lo que decido bajar a Ezkio.

Atardecer desde Kizkitza

La bajada hasta Ezkio la hago por una pista ancha y rápida y una vez en Ezkio compruebo que son las 20.15, saco el móvil y llamo a Aloña para decirle que llegaré algo más tarde de lo esperado. Según estoy guardando el móvil veo unas marcas amarillas y blancas que van monte abajo en la dirección de Santa Lutzi... ya está liada, en el hombro derecho tengo el angelito diciéndome que es tarde y que debería bajar por carretera para llegar a casa no demasiado tarde y en el otro lado tengo el diablillo recordándome que estoy infectado del "síndrome de la pista" y que tengo el deber de bajar por allí... sin mucho reflexionar comienzo a seguir las marcas por pista ancha, luego un sendero en un pinar y empiezo a temer lo peor... se va a cerrar el camino, se va a cerrar... total que según salgo del pinar de nuevo tengo buena pista la cual me lleva hasta Santa Lutzi. Pufffff... por fin asfalto, me quedan 20 minutos de bidegorri hasta Ordizia...

Ducha, homenaje gastronómico, y a dormir....








lunes, 15 de septiembre de 2008

De globero a bloguero...

Aquí estoy enfrentándome a mi primer post, y la verdad es que me encuentro como perdido en el monte con una mapa en blanco entre las manos y sin saber a dónde ir...

Desconozco dónde terminará este camino que hoy comienzo a andar en "el sídrome de la pista", pero seguro que merece la pena.

Habrá veces que el camino se convertirá en un sendero que amenace con cerrarse tras la próxima curva, pero como siempre seguiremos adelante y seguro que habrá muchos más posts tras este...

El porqué denominar "el síndrome de la pista" al blog, es una cuestión que se remonta tiempo atrás, tan atrás como tiempo llevo andando en bici por el monte descubriendo nuevas sendas, y es así como enfermé de una rara enfermedad, la cual te hace ver sendas, caminos y hasta pistas en lugares imposibles. De ahí el nombre "el síndrome de la pista". Lo curioso de la enferdad además de las ilusiones ópticas, es que no te puedes reprimir a adentrarte en lo desconocido....


Hay que decir que es una enfermedad rara, pero que no soy el único que la padece pues día a día somos más los que nos declaramos "enfermos" y ya lo tenemos tan asumido que incluso nos atrevemos a escribir sobre ella...

Gracias a esta enfermedad se ha conseguido unir puntos que sobre el mapa parecían imposibles de unir en bici y también se ha forjado una amistad imborrable por el tiempo.... Gracias David por no buscar antídoto para la enfermedad y en vez de eso dejarte llevar por las alucinaciones y ayudarme a escribir el decálogo del afectado por el síndrome de la pista. También tengo que agradecerte (espero seguir pensando lo mismo dentro de unos meses...) el que inconscientemente (o eso creo) me hayas animado a meterme en este mundo de blogueros... con lo feliz que era yo siendo simplemente globero... ahora además de globero también bloguero... ¿qué será lo próximo?

Pues eso que aquí iré escribiendo sobre cosas que me vayan pasando y también de viejas aventuras que ya hay cosas para contar....

Ale, por hoy se acabó.... me voy al monte a perderme un rato