lunes, 15 de septiembre de 2008

De globero a bloguero...

Aquí estoy enfrentándome a mi primer post, y la verdad es que me encuentro como perdido en el monte con una mapa en blanco entre las manos y sin saber a dónde ir...

Desconozco dónde terminará este camino que hoy comienzo a andar en "el sídrome de la pista", pero seguro que merece la pena.

Habrá veces que el camino se convertirá en un sendero que amenace con cerrarse tras la próxima curva, pero como siempre seguiremos adelante y seguro que habrá muchos más posts tras este...

El porqué denominar "el síndrome de la pista" al blog, es una cuestión que se remonta tiempo atrás, tan atrás como tiempo llevo andando en bici por el monte descubriendo nuevas sendas, y es así como enfermé de una rara enfermedad, la cual te hace ver sendas, caminos y hasta pistas en lugares imposibles. De ahí el nombre "el síndrome de la pista". Lo curioso de la enferdad además de las ilusiones ópticas, es que no te puedes reprimir a adentrarte en lo desconocido....


Hay que decir que es una enfermedad rara, pero que no soy el único que la padece pues día a día somos más los que nos declaramos "enfermos" y ya lo tenemos tan asumido que incluso nos atrevemos a escribir sobre ella...

Gracias a esta enfermedad se ha conseguido unir puntos que sobre el mapa parecían imposibles de unir en bici y también se ha forjado una amistad imborrable por el tiempo.... Gracias David por no buscar antídoto para la enfermedad y en vez de eso dejarte llevar por las alucinaciones y ayudarme a escribir el decálogo del afectado por el síndrome de la pista. También tengo que agradecerte (espero seguir pensando lo mismo dentro de unos meses...) el que inconscientemente (o eso creo) me hayas animado a meterme en este mundo de blogueros... con lo feliz que era yo siendo simplemente globero... ahora además de globero también bloguero... ¿qué será lo próximo?

Pues eso que aquí iré escribiendo sobre cosas que me vayan pasando y también de viejas aventuras que ya hay cosas para contar....

Ale, por hoy se acabó.... me voy al monte a perderme un rato

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ha sido un placer inmenso perderme en el monte tantas y tantas veces. Hasta cierto punto, cuando volvemos a casa sin habernos perdido es como una pequeña decepción, ¿no crees?

gantxe dijo...

Completamente de acuerdo. Bastante encarrilados andamos el resto del tiempo sin opción alguna a "perdernos" y la verdad es que tener esa libertad se agradece y en parte es la culpable de que sigamos enganchados a la bici y al monte. Ayer experimenté de nuevo esa experiencia, adentrándome en un camino entre Ezkio y Santa Lutzi ya de medio noche... y hoy me he levantado con una sonrisa de oreja a oreja....